¡No eres tú, son tus hormonas!

Hoy te quiero hablar de un tema muy importante y que en ocasiones se puede confundir con muchas cosas: PERIMENOPAUSIA. 

 

A partir de los 38 años comienza una montaña rusa hormonal, es un momento de muchos cambios y explosiones biológicas y es necesario que tengas conocimiento para poder navegar esta etapa de la vida de una manera más tranquila y amorosa. 

 

Entonces, las hormonas tienen todo que ver…

 

Pero, ¿Qué son las hormonas? Las hormonas son mensajeros químicos que se producen en nuestras glándulas para que el cuerpo realice diferentes funciones. Las hormonas trabajan en conjunto y si una se sale de balance, todas se salen de balance también, por eso es muy importante que te conozcas y pongas atención a los cambios en tu cuerpo.

 

Aproximadamente, a partir de los 38 años, tu ciclo menstrual se altera, hay una disminución de progesterona y hay más dominancia de los estrógenos. Por eso, nos sentimos irritables, malhumoradas, con insomnio y mayor síndrome premenstrual como dolores de cabeza, dolores en los pechos, altibajos en el estado de ánimo, cansancio y falta de energía. Incluso hasta te pueden diagnosticar con depresión o ansiedad, pero en realidad, SON TUS HORMONAS.

 

Aunque la progesterona y el estrógeno no son las únicas hormonas que se ven alteradas. Cuando una hormona se sale de control, generalmente viene un efecto dominó, es decir, las demás hormonas también salen de su perfecto balance. 

 

Generalmente, con la disminución de progesterona y el aumento de estrógeno, va a haber un aumento de cortisol (la mal llamada hormona del estrés),  estrés adicional al que ya traes por la vida diaria: tu trabajo, niños, casa, esposo etc. El cortisol va a producir más glucosa en tu sangre y es muy común ver resistencia a la insulina. Por causa de todos estos cambios biológicos,  aún cuando ni siquiera estés comiendo en exceso, puedes sentir aumento de peso, metabolismo más lento o mucha dificultad para bajar de peso. 

 

¡Pero tranquila, porque esto tiene solución!

 

Ya sabiendo todo esto, ¿Qué medidas podemos tomar?

 

Aquí te doy varias recomendaciones muy efectivas: 

  • Haz conciencia y mantén un estilo de vida saludable.
  • Revierte la resistencia a la insulina. Una de mis estrategias es nunca comer los carbohidratos solos, es mejor comerlos con proteína, fibra o grasas saludables para evitar picos de insulina. Nunca rompas tu ayuno con un carbohidrato o un desayuno azucarado. Los macronutrientes que menos estimulan la insulina son la grasa y las proteínas, entonces siempre inicia tu día con un desayuno que incluya grasas buenas como aguacate, leche de coco y proteínas de alta calidad como el huevo o el yogur griego.
  • Lleva una dieta antiinflamatoria, evita el gluten, el alcohol, el azúcar y comida ultra procesada.
  • Dale prioridad a comer proteína y fibra para maximizar la desintoxicación del cuerpo y mantenimiento del músculo. Las mejores fuentes de fibra son los vegetales, por eso trata de que la mitad de tus platos de comida siempre estén constituidos por vegetales.
  • Ayuno intermitente acorde a tu etapa, es decir, máximo de 14-16 horas. Más de allí puede ser un estresor adicional para tu cuerpo.
  • Haz ejercicios estratégicos y optimizados para crear masa muscular cuidando los niveles de cortisol. Apóyalos con caminatas al aire libre.
  • Por favor, cuida tu sueño y ten un descanso reparador, ya que esto promueve la optimización hormonal, restauración celular y mejora los niveles de insulina.
  • Baja el estrés, con respiraciones conscientes, yoga, meditación, caminata etc. lo que mueva tu corazón.

 

Si quieres aprender a implementar mejor estas herramientas te invito a que te unas a mis retos.  

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